Nombre común de ciertas especies de una familia de serpientes venenosas, conocidas por su aspecto intimidante y su picadura mortal. Es fácil reconocerlas por una especie de caperuza que despliegan cuando están irritadas o se sienten amenazadas, que se forma por extensión de las costillas de la parte trasera de su cabeza. Estos reptiles viven en Filipinas, el sur de Asia y África. La cobra real o cobra de Birmania es la serpiente venenosa más larga del mundo. El promedio de su longitud es de 3,7 m pero algunas alcanzan los 5,5 metros. Es una serpiente delgada, de color oliva o pardo, con ojos de color bronce. Vive en Filipinas, Malasia, sur de China, Myanmar, India, Tailandia y la península Malaya. Su actividad es diurna y se alimenta principalmente de otras serpientes. Su veneno es muy tóxico. La otra cobra asiática es conocida como cobra de anteojos (debido a un dibujo similar a unos anteojos que exhibe en su piel). Rara vez alcanza una longitud superior a los 1,8 metros. El ensanchamiento de la zona de la cabeza de la cobra asiática es, proporcionalmente, mucho mayor que el de la cobra real y suele ser de color amarillo o castaño, con un dibujo en forma de anteojos en blanco y negro situado en la parte dorsal y dos motas blancas en la superficie inferior. Desarrolla su actividad durante el crepúsculo y por la noche, y se alimenta de reptiles, aves y roedores. Esta serpiente es causa de muchas muertes al año en la India, donde se le trata con respeto religioso y rara vez se le da muerte. Vive desde la costa este del mar Caspio hasta China y Malasia. La mayoría de las cobras son nativas de África. Entre ellas está la cobra escupidora, que vive desde el sur de Egipto hasta el norte de Suráfrica; puede rociar con su veneno los ojos de sus víctimas desde una distancia de unos 2,4 m, produciendo ceguera pasajera y grandes dolores. Las variedades de la cobra escupidora tienen un color que oscila desde el negro mate hasta el rosa, y las de color más claro exhiben una banda negra en torno al cuello. La cobra de collar surafricana, un tipo diferente de cobra escupidora confinada a Suráfrica, es la más pequeña de las cobras, con sólo cerca de 1,2 metros de longitud. Es de color castaño oscuro o negro con escamas acanaladas y anillos de color claro en el cuello. La cobra común vive en la costa norte de África. El veneno de las cobras, una neurotoxina, tiene un efecto devastador sobre el sistema nervioso. Con todo, gracias a la mayor disponibilidad de un antídoto eficaz, la elevada tasa de mortalidad debida a su potente veneno ha disminuido en algunas zonas de Asia. El veneno de las cobras se viene usando en la investigación médica debido a que contiene una enzima, la lecitinasa, que disuelve las paredes de las células, así como las membranas que rodean a los virus.
LA PITÓN
La pitón es una de las serpientes no venenosas pertenecientes a la familia de los Boidos. Las pitones son grandes y musculosas y matan a su víctima por estrangulamiento o constricción. Aunque la mayoría de las pitones se alimentan de pequeños mamíferos, algunas de las especies más grandes pueden engullir cerdos pequeños y cabras; rara vez han matado a un ser humano. Las pitones miden entre 1 y 10 metros de longitud y pesan hasta 140 kilogramos. Son serpientes primitivas que, como las boas, muestran vestigios de sus antecesores, los lagartos, como son dos diminutas extremidades traseras, presentes sólo en el macho. La hembra pone entre 15 y 100 huevos, cuyo tamaño varía con las especies, y los incuba hasta que se abren. Las pitones viven a veces cerca del agua, donde se ocultan entre el follaje, o se cuelgan de las ramas de los árboles. Existen entre 20 y 25 especies de pitones que viven en regiones tropicales y subtropicales de África, Asia, Australia y las islas del Pacífico. La pitón reticulada del sureste de Asia se encuentra entre las serpientes más grandes que se conocen; alcanza una longitud de 10 m. Otras pitones bien conocidas son la pitón tigrina, de 7,5 m de longitud, la favorita de los manipuladores de serpientes; la pitón de Seba, de 6,5 m de longitud, y la pitón real del África ecuatorial, que mide 1,5 m y se enrosca sobre sí misma formando una bola que es posible hacer rodar sobre el suelo. |
LOS LAGARTOS
Los lagartos presentan el cuerpo alargado y cubierto de escamas. Por lo general, tienen cuatro patas y una larga cola que, en algunas especies es muy frágil y se rompe con facilidad, aunque puede volver a regenerarse. Los lagartos arborícolas, como los camaleones, pueden utilizar su larga cola para agarrarse a las ramas. Algunas especies poseen las patas muy reducidas y otras las han perdido por completo, adoptando un aspecto serpentiforme; sin embargo, se diferencian de las verdaderas serpientes porque tienen párpados móviles y una estructura ósea craneal diferente. Son animales de sangre fría que dependen del calor del Sol para aumentar su temperatura corporal. Los lagartos se desplazan de diversas maneras; los basiliscos y los lagartos de collar pueden correr rápidamente sobre sus patas traseras, muy desarrolladas. Los basiliscos son capaces también de correr sobre la superficie del agua gracias a sus patas traseras y a su cola en forma de látigo. Los gecos tienen unos discos adhesivos en la parte ventral de sus dedos que les permiten adherirse perfectamente al sustrato. Algunos lagartos son buenos nadadores y otros son arborícolas. Su dieta varía de unas especies a otras. Muchas son insectívoras y otras, como la iguana común, son herbívoras. El monstruo de Gila, que vive en áreas desérticas, se alimenta de huevos de reptiles y aves, así como de pequeños roedores. Los varanos, dependiendo de su tamaño, se alimentan de insectos, de aves y reptiles y de sus huevos, de pequeños mamíferos, y de carroña. Como la mayoría de los reptiles, los lagartos no cuidan de sus crías. Las hembras suelen poner huevos que abandonan a su suerte. Unas pocas especies son ovovivíparas (sus huevos se desarrollan en el interior de la madre). Los gecos y salamanquesas son lagartos pequeños con el cuerpo macizo, cuatro patas bien desarrolladas y cola corta y carnosa; poseen en los dedos discos adhesivos gracias a los cuales pueden desplazarse por superficies verticales. Las iguanas son propias del continente americano y suelen presentar una hilera de espinas en el dorso del cuerpo y una cola larga y resistente. Los camaleones son lagartos arborícolas que utilizan su cola larga y prensil y sus dedos transformados en pinzas para agarrarse a las ramas; son capaces de cambiar de color y se alimentan de insectos que cazan con su lengua larga y pegajosa. Los eslizones o escincos presentan el cuerpo alargado y cilíndrico y generalmente tienen un tamaño pequeño, de no más de 12 cm de longitud; algunas especies poseen las extremidades muy reducidas. El lución es un lagarto ápodo de aspecto serpentiforme que en caso de peligro puede perder la cola para distraer a sus depredadores. Los varanos presentan una cabeza pequeña unida a un cuello largo y móvil, unas patas robustas provistas de poderosas uñas, y una cola larga y poderosa. Los lagartos típicos y las lagartijas del Viejo Mundo pertenecen a la familia Lacértidos (Lacertidae), mientras que los del continente americano forman la familia Teídos (Teiidae).
LOS COCODRILOS
Los reptiles del orden Crocodilios aparecieron por primera vez hace unos 200 millones de años y se cree que constituyen un vestigio de la gran era de los reptiles. Sus antecesores vivían originalmente en tierra y tenían una constitución ligera, pero pronto se diversificaron en formas acuáticas y anfibias. A excepción de los aligatores, los Crocodilios viven en áreas tropicales y subtropicales del mundo. Las especies modernas son anfibias y pasan buena parte de su vida en el agua, donde nadan con movimientos rítmicos de la cola. En ocasiones, ésta les sirve para capturar a sus presas, arrastrándolas desde aguas poco profundas hasta zonas de mayor calado, donde pueden devorarlas con mayor facilidad. Los Crocodilios están bien adaptados a la vida depredadora y tienen pocos enemigos naturales. Sus placas óseas, llamadas osteodermos, forman una especie de coraza que protege su gruesa piel. Sus dientes, en número de 30 a 40 en cada mandíbula, encajan en unos alveolos de éstas y se imbrican entre sí cuando tienen la boca cerrada. En los cocodrilos, el cuarto diente de cada lado de la mandíbula inferior sobresale cuando cierran la boca; en los aligatores, estos dientes no son visibles. Las mandíbulas de los Crocodilios son lo bastante fuertes al cerrarse como para aplastar los huesos de animales pequeños, pero tan débiles a la hora de abrirse, que es posible impedir que lo hagan manteniéndolas cerradas con la mano. Dado que los Crocodilios flotan casi totalmente sumergidos, las únicas partes visibles cuando acechan a sus presas son los orificios nasales, los ojos y parte del dorso. Son los reptiles más ruidosos que existen y emiten sonidos que oscilan entre siseos y aterradores rugidos y bramidos, casi siempre durante la época de apareamiento. En tierra, estos animales se mueven rápidamente por medio de un movimiento de gateo, pero también pueden caminar a cuatro patas, como los mamíferos. Los Crocodilios son, desde el punto de vista fisiológico, los reptiles más avanzados; su anatomía interna se asemeja a la de las aves. Tienen un corazón con cuatro cavidades y sentidos bien desarrollados. De sangre fría, como todos los reptiles --su temperatura corporal depende de la temperatura ambiental-- estos animales se entierran en el barro (lodos) para hibernar o estivar. En regiones cálidas permanecen en estado latente durante los periodos de sequía; en regiones más frías, durante el invierno. Los Crocodilios son reptiles ovíparos, que ponen huevos, y alcanzan la madurez reproductora aproximadamente a los 10 años de edad. Entierran sus huevos --de 20 a 90 y del tamaño aproximado de un huevo de ganso-- en la arena, el barro o en restos vegetales, donde los abandonan para que sean incubados por el calor del Sol o la descomposición vegetal. Las hembras de algunas especies permanecen en las inmediaciones del nido para protegerlo y cuidar de los recién nacidos, aunque buen número de los huevos se pierden por la acción de los depredadores. La conducta familiar de los Crocodilios es única entre los reptiles y parece avalar su afinidad con las aves. Los huevos de cocodrilo se utilizan como alimento en algunas partes del mundo; su piel es muy apreciada para la elaboración de artículos de cuero y el extracto de las glándulas de almizcle se utiliza en la elaboración de perfumes. Debido a la sobreexplotación, la mayoría de los cocodrilos, como el amarillo y el del Nilo, son considerados especies amenazadas.
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CAMALEÓN
Camaleón, nombre común de ciertos lagartos, conocidos por su capacidad de cambiar de color cuando se sienten amenazados y en respuesta a cambios de temperatura, luz, color y otras alteraciones ambientales. Este cambio es debido a la acción de hormonas que afectan a unas células pigmentarias especiales presentes en la piel. No obstante, los camaleones no siempre cambian de color para adaptarse al del medio que los rodea, como suele creerse. El camaleón tiene una lengua notablemente larga y pegajosa que proyecta hacia el exterior para cazar insectos. Su cuerpo tiene una forma poco habitual y la mayoría están especialmente adaptados a la vida arborícola. Sus patas largas y delgadas los separan del suelo, y sus dedos están divididos en dos grupos de dos y tres dedos que le permiten agarrar las ramas, en vez de aferrarse a ellas con las garras. También su cola, larga y curvada, es prensil. Muchos camaleones tienen la cabeza grande y abovedada y los machos pueden exhibir hasta tres cuernos, que en ocasiones utilizan en combate; una llamativa especie de tres cuernos es el camaleón africano de Jackson. El camaleón tiene un cuello corto y de movilidad limitada; no obstante, sus ojos son grandes y pueden moverse en muchas direcciones de forma independiente. Carece de tímpanos auditivos externos, o membrana timpánica. Su longitud oscila de unos pocos hasta 63 centímetros. En la península Ibérica sólo vive el camaleón común, cuya distribución se extiende también al norte de África y algunas islas del Mediterráneo. Es una especie de color verdoso y hábitos arborícolas que puede cambiar de color según el estado en que se encuentra. En España es una especie en peligro de extinción, cuyas poblaciones, en el sur de la Península, están en franca regresión. Existen más de 100 especies de camaleones verdaderos. Viven en Madagascar y otras zonas de África, en el sur de Europa, los países árabes, India, Sri Lanka y las islas Seychelles.
LA IGUANA
Las iguanas son conocidas por sus impresionantes exhibiciones y rituales de cortejo y defensa, en los que efectúan movimientos levantando el cuerpo y agitando la cabeza con vigor de arriba a abajo. Viven principalmente en América y, fuera del hemisferio occidental, sólo en Madagascar e Islas Fiji. Son similares a los lagartos de Eurasia excepto por sus dientes, sólidamente unidos al borde interior de la mandíbula y no en el margen externo del maxilar. Las iguanas pueden alcanzar alrededor de 1,8 m de longitud, tienen el cuerpo aplastado y una hilera de espinas correosas que va desde el cuello hasta la cola, la cual, larga y poderosa, suele ser ligeramente aplanada. Las iguanas tienen párpados, grandes tímpanos auditivos externos y bolsas o papadas en la garganta. Tienen cinco dedos en cada pata, que terminan en garras afiladas. Al contrario que la mayor parte de los lagartos, las iguanas son vegetarianas. Sus hábitats varían; algunas son arborícolas, otras acuáticas y otras terrestres. La iguana común o iguana verde es abundante en toda la América tropical y vive en los árboles, con frecuencia en los que crecen junto al agua. Presenta una coloración verdosa o verde brillante con algunas bandas transversales oscuras en la cola. Tiene una bolsa colgante en la garganta, que está más desarrollada en los machos, y presenta una hilera de espinas en la parte dorsal, desde la cabeza hasta la cola. Tanto la carne como los huevos de esta especie son muy apreciados como alimento. La iguana rinoceronte o cornuda, una especie terrestre que vive en Haití, República Dominicana y Puerto Rico, debe su nombre a los tres cuernos que exhiben los machos en la parte superior del hocico. La iguana marina, que vive exclusivamente en las islas Galápagos, es el único lagarto marino que vive en las playas y bucea en busca de las algas de las que se alimenta. Las iguanas pertenecen a la familia Iguánidos (Iguanidae). El nombre científico de la iguana común es Iguana iguana, el de la iguana rinoceronte es Cyclura cornuta y el de la iguana marina Amblyrhynchus cristatus. |
EL CAIMÁN
El caimán es una de las especies de reptiles, que junto con los aligatores, forman la familia Aligatóridos. Son muy similares al aligátor, excepto por las escamas óseas que tienen en la zona ventral. Todos viven en los trópicos americanos. El más grande es el caimán negro de los ríos Orinoco y Amazonas, cuya longitud puede superar los 4,5 m; tiene la piel negra, de ahí su nombre común, aunque los jóvenes poseen manchas y rayas amarillas. El más pequeño, con cerca de 1,5 m de longitud es el caimán almizclado o caimán enano, que tiene la piel fuertemente osificada. Una de las especies más numerosas es el caimán de anteojos, así llamado debido al saliente que tiene entre los ojos, que recuerda vagamente a unos anteojos; puede alcanzar hasta 3 m de longitud. Algunas especies de caimán reciben también el nombre local de yacarés. Véase también Cocodrilo. Los caimanes pertenecen a la familia Aligatóridos (Alligatoridae), orden Crocodilios. El nombre científico del caimán negro es Melanosuchus niger, el del caimán almizclado es Paleosuchus palpebrosus y el caimán de anteojos es Caiman crocodilus. |
LOS SAPOS
Los sapos son animales tímidos, por lo general nocturnos, que durante el día se ocultan en lugares oscuros y durante la noche se dedican a la caza de insectos, gusanos, babosas, lombrices y otros invertebrados. Normalmente son de color pardo grisáceo, tienen verrugas en la piel, la cabeza plana, glándulas parótidas hipertrofiadas por encima de los oídos, ojos brillantes similares a gemas con pupila transversal y dedos parcialmente palmeados. Son más torpes que las ranas y no pueden saltar tan lejos como ellas. La lengua del sapo está fijada a la parte anterior de la boca. Lanzan ésta hacia adelante y su extremo pegajoso atrapa a la presa y la lleva de regreso a la boca. Algunos sapos tienen dientes, pero dado que los anfibios no pueden masticar, sólo les sirven para sujetar a sus víctimas. La lengua produce una mucosidad que les ayuda a engullir a sus víctimas. Todos los anuros parpadean al tragar y, dado que no existe hueso alguno entre el ojo y la boca, el ojo se desplaza hacia atrás, lo que impulsa a la presa hacia el interior de la boca. Durante los meses fríos los sapos hibernan enterrándose en madrigueras. En primavera se aparean y las hembras ponen sus numerosos huevos en estanques en forma de cadenas gelatinosas de hasta 1,2 m de longitud. Los renacuajos son más pequeños y oscuros que los de las ranas y no se transforman en sapos terrestres hasta el siguiente otoño. Un género de sapos engloba más de 70 especies diferentes que están ampliamente distribuidas en las principales masas continentales del mundo, a excepción de Groenlandia, Australia, Nueva Guinea y Nueva Zelanda, pero son muy abundantes en las regiones tropicales. En la península Ibérica vive el sapo común, de color castaño con numerosas verrugas y costumbres fundamentalmente terrestres; el sapo corredor, de color verdoso con manchas parduzcas o rojizas y verrugas dorsales, y el sapo verde, presente sólo en las Baleares. Es de color grisáceo con manchas verdosas. Algunas de las numerosas especies y variedades que abundan en el continente americano son: sapo cúcaro de Cuba, sapo de Sonora (desde Chihuahua hasta Veracruz), sapo del golfo de México, sapo rojo (desde Kansas, Estados Unidos, hasta Guadalajara, México) y el sapo del río Colorado; el sapo del Río de Plata (desde Bolivia hasta Chile) vive en montañas que llegan a los 5.000 m de altitud. El cururú o sapo buey (desde Brasil hasta Argentina) mide 20 cm de longitud y pesa 1,7 kg, mientras que el sapito verde (desde México hasta el centro de Estados Unidos) mide unos 4 cm y el sapo pigmeo de Río de Janeiro apenas alcanza los 3,7 centímetros. Existe un segundo género al que pertenecen tan solo dos especies. Viven principalmente en el centro y el suroeste de Europa y normalmente se les llama sapos parteros porque el macho transporta y cuida los huevos una vez puestos por la hembra. Los sapos pertenecen al orden Anuros, clase Anfibios. El género que comprende más de 70 especies es Bufo, que pertenece a la familia Bufónidos. El sapo común es la especie Bufo bufo, el sapo corredor es la especie Bufo calamita y el sapo verde es Bufo viridis. Los sapos parteros componen el género Alytes de la familia Discoglósidos. Los nombres científicos de las especies comunes de América son: cúcaro de Cuba, Bufo empusus; sapo de Sonora, Bufo compactilis; sapo del golfo de México, Bufo vacilleps; sapo de rojo, Bufo punctatus; sapo del río Colorado, Bufo alvarius; sapo del Río de la Plata, Bufo arenarum; sapo de rulo, Bufo spinolusus; sapo buey, Bufo paracnemis; sapito verde, Bufo debilis y sapo pigmeo, Bufo pygmaeus.
LA TORTUGA
Las tortugas se clasifican dentro del grupo de los reptiles y se caracterizan por su tronco corto y ancho. Protege su cuerpo con un caparazón formado normalmente, por placas óseas y placas córneas, formadas de calcio del mismo hueso. Del caparazón le salen, por delante, la cabeza y las patas delanteras, la cola y las patas posteriores por detrás. . La columna vertebral está soldada a la parte dorsal del caparazón, esta es una de las características más importantes de su esqueleto. La respiración se realiza por la acción de las extremidades ya que la naturaleza de su caja torácica le resulta imposible para poder respirar.
Las tortugas no tienen dientes, pero su fuerte mandíbula afilada, con forma de pico les permiten devorar su alimento. Una de las características de las tortugas, que varía según a la especie que pertenezcan, es su longevidad, pudiendo alcanzar hasta los 150 años de vida.
Existen tortugas de hábitat terrestre, acuático, marino y de agua dulce. También hay gran cantidad de especies con hábitats semi-acuáticos por lo que pasan una parte del tiempo en tierra firme y otra parte en agua dulce. Las de hábitat terrestre presentan dedos separados, mientras que las de los hábitats acuáticos tienen las extremidades transformadas en aletas o bien los dedos unidos por una membrana.
Las tortugas marinas pueden llegar a vivir entre 30 y 40 años según su especie. Las tortugas marinas pueden alcanzar gran velocidad nadando en el mar. Las tortugas marinas tienen un cuello formado por 8 vértebras, por lo que disponen de poca movilidad aunque sí pueden retraer la cabeza.
Los pulmones de las tortugas son muy similares a los del humano, pueden contener la respiración durante diez minutos. No tienen oídos externos, si no que disponen de uno interno muy eficiente; el sentido del oído es muy agudo en ellas. El sentido del olor es débil, el de la vista es mejor en las tortugas marinas, pero tienen un sentido de orientación muy desarrollado.
La madurez sexual se da entre los 6 y 8 años de edad, generalmente, los machos esperan a la hembra fuera de la playa para reproducirse.
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SALAMANDRA
Las salamandras también conocidas con el nombre de tritones, aunque guardan algunas diferencias, son anfibios que tienen su hábitat en zonas que puedan tener contacto directo con el agua o bien zonas con suelos muy húmedos, por lo general en lugares boscosos. Existen algunas especies que viven de forma permanente en el agua, otras que alternan con el suelo terrestre y otras que cuando son adultos y están plenamente desarrollados habitan exclusivamente en tierra. Aparentemente se pueden confundir con algunas especies de lagartos, pero se distinguen porque no poseen escamas en su piel.
Según la zona a la que pertenezcan presentan unos colores u otros y las manchas de su piel también varían en función de su procedencia. Se alimentan de todo tipo de animales invertebrados como gusanos, lombrices, babosas, insectos, pequeñas arañas, etcétera
Se encuentran normalmente en las zonas norteñas aunque también es probable ver algunas especies en el norte de América del Sud. Suelen presentar dimensiones pequeñas como máximo unos 30 cm, a excepción de la salamandra endémica de Japón que puede alcanzar el metro y medio de longitud y pesar hasta 25 kilos.
Posee una cualidad sorprendente y, es que puede regenerar las partes del cuerpo que haya perdido, como la cola o las patas. Durante siglos se ha creído que se trataba de una animal venenoso porque segrega una sustancia balquecina que produce incómodas irritaciones si está en contacto con la boca o los ojos, pero sólo consiste en un sistema de defensa para sus depredadores.
Se desplaza con lentitud y se muestra más activa en los periodos lluviosos en abundancia. Durante los meses con temperaturas extremas de frío o calor permanece en un estado de letargo. Durante las horas diurnas se mantienen ocultas en las cavidades naturales que forman las rocas, protegiéndose del sol.
En la época otoñal se reproducen y se aparean en suelo terrestre. La hembra, una vez fecundada, desarrolla los huevos en su interior y en diciembre o enero paren las larvas, generalmente entre 30 y 40 cada vez. Pasados unos 3 meses, cuando alcanzan unos 6 cm de longitud, salen de las aguas donde han estado durante los primeros meses de vida.
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LAS RANAS
Las ranas son animales anfibios que se reparten por todos los lugares del mundo. Los científicos calculan que pueden existir hasta 3.800 especies, contando los sapos y, según a la especie presentan una fisonomía muy diversa pudiendo ser de apenas 10 mm de longitud hasta los 30 cm y alcanzar los 3 kilos de peso. Algunas son únicamente terrestres, otras acuáticas y otras alternan su medio. Existen numerosas ranas, hasta 200 especies, que son venenosas y proceden del continente americano. Poseen colores muy llamativos y no suelen ser muy grandes. Su piel contiene elementos tóxicos por ello se recomienda no tocarlas. Los bosques y selvas tropicales son los hábitats en los que desarrollan su vida y su actividad la realizan durante las horas diurnas. Son animales insectívoros y excelentes saltadores. La fecundación de la rana se produce fuera del agua, más tarde deposita los huevos que darán lugar al embrión y éste se convertirá en renacuajo. Pasadas unas tres semanas perderán la cola y las branquias para transformarse en una pequeña rana. Hasta transcurrir los cuatro años no son maduras sexualmente. Los sonidos característicos de las ranas pueden llegar a oírse por un humano, según la especie, hasta más de cien metros. Asimismo pueden ser muy longevas, llegando hasta los quince años de vida.
La rana dardo dorada, por ejemplo, es una de las más venenosas. Tan sólo pesa unos 30 gramos pero su gran concentración de propiedades tóxicas puede acabar con la vida de hasta 10 humanos. Los indígenas ya utilizaban su veneno para la punta de sus flechas. Se cree que su potente veneno procede de su alimentación ya que se ha comprobado que las ranas en cautividad no producen tal efecto. Pueden encontrarse de color amarillo, verde y naranja. |
LA BOA
Esta serpiente despierta fuertes sensaciones, se tarta de un fascinante reptil que causa pasiones y a su vez pavor. Existen varias subespecies, se cuentan once y se reparten por diferentes zonas geográficas. Se pueden encontrar en el centro y el sud de América. La más popular es la boa constrictor, pero también están; la boa imperator, occidentalis, longicauda, ortonii, nebulosus, amarali, orophias, sigma y melanogaster. También se diferencia una subespecie, la boa constrictor imperator, fácilmente de reconocer por ser albina. De todas ellas, la que mayor tamaño presenta es la constrictor; se han llegado a encontrar ejemplares en estado salvaje con una longitud superior a 4 metros. Su ubicación varía en función de la especie y sus hábitats pueden estar en zonas de cultivos, playas, bosques y desiertos. Su tamaño y coloración de su piel cambian según la especie, generalmente, presentan un coloración de base rojiza o de tonos marrones, la cola, excepto alguna especie, tiene grandes motas rojas.
Esta especie de serpiente tropical no es venenosa, su cabeza es de forma triangular con un cuello estrecho. Aquellas que habitan en áreas húmedas siempre están activas, en cambio las que se encuentran en zonas donde las estaciones están muy diferenciadas, se mantienen inactivas durante algunas semanas en los días secos o fríos. Su actividad la desarrollan en las horas crepusculares y, el resto de las horas permanecen encaramadas a los árboles.
Se alimentan básicamente de pájaros de diversos tamaños, murciélagos, ratas y otros roedores, lagartos y zarigüeñas. El sentido de la visión no lo tiene bien desarrollado por lo que dependen de sus fosetas loreales que le permiten percibir a sus presas por el calor que desprenden.
Una boa posee gran fuerza para contraer sus músculos y de esta forma apretar su presa hasta asfixiarla, pudiendo ser del tamaño de un humano. Pueden resultar altamente peligrosas, debido a su tamaño y fuerza, y sobre todo son imprevisibles. Sus silbidos y su forma en ese con el cuerpo son muestra de que van atacar. Pueden parecer dóciles pero a pesar de las precauciones que se tomen, nunca se sabe cómo van a reaccionar.
Son animales de sangre fría, por lo que necesitan regular su temperatura corporal con el sol, si quieren calentarse y, en cuevas o agua, si quieren enfriarse. Al no disponer de un sistema de autorregulación de temperatura, consumen menos energía, pero dependen de los factores externos para el buen desarrollo de todas sus funciones fisiológicas. Metaboliza lentamente el alimento por lo que, después de una presa, puede estar varios meses sin ingerir nada.
A llegar el tiempo de la reproducción, la hembra desprende por su cloaca feromonas para atraer al macho y éste está en movimiento a su alrededor. Cuando la hembra se muestra receptiva, el macho lentamente se pondrá sobre ella. El cortejo es todo un ritual que sucede de forma lenta, es entonces cuando al hembra ovula y el macho con uno de sus dos hemipenes deposita en su cloaca el esperma. Durante la gestación la hembra perderá la piel y necesitará exponerse más tiempo al sol para absorber calor. Pasados cuatro meses dará a luz unas 20 o incluso 60 crías. |
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